Expertos en sustracción de menores internacional

Según nuestro Código Penal, llevarse a un menor sin el consentimiento de su padre o madre es una conducta constitutiva delito. El reproche penal está más que justificado por las consecuencias devastadoras que esta conducta puede tener, tanto en el menor, como en el progenitor que se ve privado de éste.

La jurisprudencia del Tribunal Supremo ha reconocido, en innumerables ocasiones, la importancia que tiene la protección y cuidado de los vínculos afectivos paterno-filiales de los hijos menores de edad, con ambos progenitores. En circunstancias normales, en las que ambos progenitores ofrecen un entorno estable y seguro, el desarrollo del vínculo con ambos por igual, favorece el correcto desarrollo de la personalidad de los menores.

Por tanto, si la separación entre padres e hijos es un evento traumático, más lo es cuando entra en juego el elemento internacional, al hallarse el menor en otro país.

El delito de sustracción de menores se regula en el artículo 225 Bis del Código Penal, donde se fijan penas de entre dos y cuatro años de prisión e inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad para “el progenitor que, sin causa justificada, sustrajere a su hijo menor”.

Dos tipos de conductas son las que pueden ser consideradas “sustracción”:

• El traslado del menor desde su residencia habitual, sin consentimiento del otro progenitor o persona o institución que tenga atribuida su guarda o custodia.
• La retención del menor incumpliendo gravemente el deber establecido en una resolución judicial o administrativa.

Las penas se agravan:

• Cuando el menor es trasladado fuera de España, convirtiéndose, por tanto, en un caso de sustracción internacional.
• Cuando se exige alguna condición para la restitución del menor.

El delito puede ser cometido tanto por el progenitor no custodio, como por el progenitor custodio, quien tampoco puede llevarse o retener al menor por decisión unilateral. Así lo ha aclarado el Tribunal Supremo en Sentencia 156/2023, de 8 de marzo, ya que esta cuestión generaba dudas. Se trata del caso de una madre que, teniendo la custodia de su hijo menor y contando con la autorización del padre para viajar a Rusia, decidió marcharse con el menor a Alicante, sin comunicarlo y desaparecer durante tres meses. Por tanto, en este caso, sí puede la madre llevarse a su hijo a otro país (no a cualquiera, sino concretamente a Rusia) y decide permanecer en España, pero en un lugar no comunicado, ni autorizado por el padre, de modo que igualmente comete el delito porque, como padre, tengo derecho a saber dónde está mi hijo.

Además, el artículo 225 Bis del Código Penal, en su apartado 5, también prevé la comisión del delito por “los ascendientes del menor y los parientes del progenitor hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad”, a quienes impone iguales penas que a los progenitores.

Ante el caso de sustracción de un menor, es importante actuar a la mayor brevedad y, preferentemente, asesorado y acompañado por un abogado especializado desde el primer momento. El tiempo es un elemento fundamental en estos casos, por un lado, en cuanto al cómputo de plazos y, por otro, para intentar que el perjuicio ocasionado en el menor y también en el progenitor no sustractor sea el mínimo posible.

El contenido mínimo de la denuncia por sustracción de menores, además de los hechos detallados, debe ser el siguiente:

• Datos identificativos del menor
• Datos identificativos del progenitor o familiar sustractor
• Descripción física de ambos y fotografías actualizadas
• Documentación acreditativa de la filiación, patria potestad, custodia… y cualquier resolución judicial que regule la situación del menor.

Cuando la sustracción sea internacional, en la página web del Ministerio de Justicia se facilita una guía sobre el protocolo de actuación a seguir en estos casos. En ella se aconseja lo siguiente, con carácter previo a la interposición de la denuncia:

• Si el país en el que se encuentra el menor es un Estado miembro de la Unión Europea o un Estado firmante del Convenio de La Conferencia de La Haya de 25 de octubre de 1980 sobre los Aspectos Civiles de la Sustracción Internacional de Menores, se recomienda presentar, de manera inmediata, una “solicitud de restitución ante el Ministerio de Justicia”. En la propia web del Ministerio de Justicia se facilita el formulario a rellenar y se informa de la documentación necesaria que debe adjuntarse.
• Si el país donde se halla el menor, no es miembro de la Unión Europea, ni del Convenio de La Haya mencionado, conviene poner el caso en conocimiento del Ministerio de Exteriores, para que valore la mejor forma de proceder.

Además, cuando la sustracción todavía no se haya producido, pero exista un temor real y fundado a que la misma pueda producirse, puede solicitarse la adopción de las siguientes medidas, en vía judicial:

• Prohibición de salida del territorio nacional sin autorización judicial.
• Prohibición de expedición del pasaporte o retirada del mismo.
• Necesaria autorización judicial para cambio de domicilio.

Sí, nuestra legislación no hace distinción alguna entre progenitores por razón de sexo, solo se atiende a que la persona o institución a la que el menor le es sustraído, tuviera atribuida su guarda o custodia y, por tanto, le correspondiera estar en su compañía y prestar su cuidado. Por tanto, ni la madre puede llevarse a un hijo sin consentimiento del padre, ni el padre puede llevarse un hijo sin consentimiento de la madre, salvo que uno de los progenitores esté privado de la patria potestad. En ese caso, no es necesario su consentimiento y no estaríamos ante un secuestro parental.